Antiguamente las monedas de más valor se fabricaban en plata y oro, y no siempre eran perfectamente circulares ya que tenían que atenerse a un peso muy exacto.
Una práctica defraudatoria muy común era limar los bordes de las mismas para, con las limaduras obtenidas, fundirlas y llegar a obtener una nueva pieza o un trocito de oro o plata. Para evitarlo, las cecas optaron por hacerlas perfectamente circulares y con los cantos estriados (o con alguna leyenda grabada) de manera que a simple vista fuera fácil detectar si una moneda había sido manipulada y "rebajada" respecto a su valor (su peso en metal precioso).
Hoy en día la moneda en metálico sólo lleva una parte muy pequeña de metales nobles (a veces, ni eso) pero se ha mantenido la costumbre de los cantos estriados, por estética más que por otra cosa.
Saludos.