Siempre he tenido bastante vello. Cuando tenia 16 y 18 años, el peluquero me empezaba a rasurar la nuca, con los cortes de pelo, y desistía cuando se daba cuenta que era una coleta que me recorría toda la espalda.
Al principio solo me afeitaba una vez al día, pero cuando me ponía cariñoso con alguna chica las dejaba el cutis para emergencias. Mas tarde empecé a afeitarme mañana y tarde (eran otros tiempos), si tenía alguna cena o compromiso nocturno.
Con el tiempo (tengo 60 años), mi vello ha perdido fuerza, mi piel se ha curtido con los after de alcohol (son cicatrizantes y endurecen la piel), y el color de el vello (que en otros tiempos me ennegrecía toda la cara) ha cambiado a canoso.
Hoy en día, soy de afeitado diario pero lleno todas las sabanas y el cuarto de baño de pelos, nunca se acaban y siempre hay mas.
Ahora, que he vuelto a recuperar el afeitado clásico (estoy en ello), no se si ser tan velludo es una suerte o una desgracia. Pero cada uno debemos de aceptarnos como la naturaleza nos ha hecho.
ínimo, y pensar lo que se pierde la gente con poco vello del afeitado clásico.
¡¡Arriba las maquinillas y navajas de afeitar!!