Hoy para cenar un clásico de mi cocina.
Ingredientes:
-Un croisant, a ser posible grande y cerrado (nada de forma de cuernos, las puntas juntitas, bien redondo y sin brillo de compota, melaza u otras lindezas dulces que lo dejan pegajoso por fuera)
-Un tomate tirando a tiesecito, no muy maduro y no muy grande
-Un huevo duro en su punto, con la llema ni dura ni líquida, cremosa, son más o menos unos 5:30m desde que rompe a hervir el agua con el huevo en el agua desde el principio con un poco de vinagre y sal para favorecer el pelado)
-Una lata de atún en aceite de oliva pequeña (por ejemplo las pequeñas del pack de 6 que venden en Mercadona)
-Media lata de llemas de espárragos (también las venden en Mercadona)
-Unas hojas de lechuga
-Mayonesa (me encanta la mayonesa Musa, gran sabor y una consistencia excelente)
-Mostaza de Dijon en pasta (la venden también en Mercadona)
-Tabasco
Cortamos el tomate en rodajas finas, si antes hemos eliminado con un sacacorazones el centro, sobre todo por la parte fibrosa del pedúnculo, mejor, cortamos también el huevo en rodajas y troceamos las hojas de lechuga en trozos del tamaño de un bocado.
Abrimos el croisant a la mitad, dejando como base una rebanada de más o menos un centímetro, el resto para la tapa.
Untamos con mayonesa la base y con mostaza la tapa (o al revés, como cada uno quiera...)
Colocamos la mitad de las rodajas de tomate, cubrimos con la mitad de la lechuga, echamos la mitad de las yemas de espárrago y luego desmigamos el atún bien escurrido de aceite, echamos tabasco al gusto, ponemos la otra mitad de las yemas de espárrago y las rodajas de tomate restantes, ponemos las rodajas de huevo y el resto de la lechuga y colocamos la tapa.
Y listo para hincarle el diente, eso si, recomiendo comerlo en la mesa o con un babero, el tomate y las yemas de espárrago soltarán algo de jugo y puede ser una experiencia un poco pringosa, compensado con lo delicioso del tema.
Siento no poner fotos, pero es que es hacer uno y en cinco minutos ha "desaparecido" :ninja:
La mostaza de Dijon y el tabasco le dan dos tipos de picante, el de la mostaza es muy similar al wasabi, muy noble, pica mucho unos segundos, pero luego desaparece sin dejar rastro, el tabasco le da el toquecillo alegre que perdura en el paladar todo el tiempo mientras se come.
Generalmente me gusta mucho hacerlo en verano, pero en invierno también se puede disfrutar de el, se prepara en poco tiempo y con un croisant grandecito se hace una comida completa, proteínas, hidratos de carbono, grasas, fibra, vitaminas y minerales de los vegetales y la mostaza, bastante completo y equilibrado si no nos pasamos con la mayonesa, acompañado de una cervecita fría, desparece de nuestras manos antes de darnos cuenta.