En el afeitado del viernes 27 mostré una Henckels Friodur con un llamativo agujero en la hoja, ahora contaré su origen.
La historia comienza en una típica búsqueda de material interesante, en este caso en TC. Me encuentro con una hoja sin cachas de una Henckels Friodur en bastante buen estado (montaje con fotos del vendedor):

Lo que veo me gusta. Las manchas son de suciedad, no de óxido ya que el acero de las Friodur es virtualmente inoxidable. Tiene una pequeña mella en la punta pero no veo grietas asociadas. Me extraña ver esa muesca en esa zona porque lo normal es en verlas en el filo. Me pregunto qué golpe se llevaría la hoja para producir ese daño y no encuentro respuesta. Da igual, se recorta la hoja un par de milímetros y problema resuelto. Como está a precio fijo y este es realmente bajo, 15 €, no me lo pienso más y la compro.
Llega a casa con rapidez y el aspecto es mejor que en las fotos. Le doy una limpieza y veo una manchita resistente cerca de la punta en la cara A. Al limpiar con más intensidad noto que aparece un pequeño cráter. Caray, si este acero no se oxida y tiene aquí un cráter, esto sí que es raro. Inspecciono el cráter con una aguja y la ayuda de una lupa y noto una inclusión terrosa que al irla retirando poco a poco llego a atravesar la hoja. Bueno, bueno, ¿qué pasa aquí? Pues pasa la luz a través de un bonito agujero irregular en la hoja. Parece que la hoja tenía una inclusión de escoria que no se notaba desde el exterior pero que al tocar el fino acero que la cubría salió a la luz. Sospecho que la mella tenía un origen similar viendo la irregularidad de los bordes y el color de los mismos.
¿Y ahora qué hago? Dentro de lo malo el daño está cerca de la punta y la opción de recortar la hoja es viable y de hecho la más lógica. No puedo dejar en la hoja un agujero de bordes irregulares que pueden provocar una fisura que arruine por completo la hoja si le doy un golpe o durante el afilado. ¿Y si los bordes no fueran irregulares? En ese caso desaparecería el riesgo de fisuras. Pues hagamos regulares esos bordes. Me trazo el siguiente plan:

Con un cono de esmeril y un minitaladro trabajo el agujero (B) a baja velocidad hasta redondear los bordes. Ahora trabajo la punta con rueda de esmeril basto hasta eliminar la mella (A) y luego con fino para dejar una terminación que ya se remata con lijas al agua a mano. Todo sale bien, sin más sorpresas. La hoja conserva prácticamente todo su filo original y la dureza del acero Friodur garantiza la integridad futura de la hoja. Aunque me afeitase a diario solo con ella no llegaría a desgastar el acero tanto como para llegar al agujero.
Hago unas cachas sencillas y se las monto. Afilo la navaja sin preocuparme del agujero, tal y como haría con cualquier otra. El acero es de mayor dureza que el de una típica Solingen pero más duras son las piedras de afilar. Me afeito con ella y me da un afeitado de campeonato. Mi cara no se parece en nada a la que tenía cuando vi la luz a través del agujero inicial.


Lo que mal comienza a veces bien acaba.