Cuando dije "hasta las cejas" no pensé que fuera con la cabeza por delante!!:facepalm:
Bueno, en realidad he tenido algo de ayuda: cuando le mostré a mi madre la pluma Inoxcrom que me había regalado en pleno funcionamiento, mi padre me dijo algo como "si quiere, yo tengo varios estilógrafos por ahí que no uso".
Yo pensé que eran las plumas finas que les contaba anteriormente (una Montblanc con tapa en platino, otra chapada en oro, una Waterman muy guapa también y no sé si alguna otra), así que le iba a decir que no, gracias. Sin embargo me entró la curiosidad y le dije que está bien, que me las mostrara.
Abre el cajón de su escritorio y de una caja saca esto:

y yo :cejas:
Pues nada, muy agradecido acepto su ofrecimiento y ahora tengo en mis manos cuatro estilográficas "nuevas". Al menos lo son para mí, normalmente tengo objeciones sobre poseer cosas usadas o antiguas, pero al ser de mi padre le resto importancia. Estas plumas no se usaban desde hace mucho tiempo y he tenido que hacerles bastante limpieza, que en algunos casos aún no termina.
Comienzo con las dos Lamy Safari: una es de color azul y la otra es la típica gris oscuro (al menos esa es la que he visto más comúnmente), igual a la que yo tenía con mi nombre grabado.




Ambas tenían los plumines bastante sucios y con tinta seca. Incluso tal vez deba desarmar la pluma negra y hacer una limpieza profunda (que también me sirve para aprender a hacer estas maniobras). La pluma azul está que suelta tinta seca de lo lindo, pero tiene buena pinta. Como venían con cartuchos, le compraré sus respectivos convertidores y después de probarlas y asegurarme de que escriben veré si les quiero poner un plumín más fino, que aquí se consiguen sin problema (creo).
Luego, en orden de impresión causada, viene esta:


Una Parker 25 Flighter. Entiendo que es de los años 80, y no tengo ni idea de cómo llego a casa. Recuerdo haberla visto (la forma me es familiar), pero no mucho más. Esta ya está marchando. El convertidor aerostático (de esos de oprimir un saquito) está en perfecto estado, sin fugas ni nada. Cómo ya tenía el Inoxcrom cargado con azul, a este le cargué tinta negra Quink (esta no es hecha en Colombia, esta es francesa) e hice una prueba así:

El trazo es muy consistente en su grosor y escribe muy suave con la izquierda. Como mi letra no es muy grande como que quiero la tinta negra en un plumín más fino, que no corte tan fuerte a la vista, así que en el futuro tal vez le ponga algún color como para subrayar o algo. Quizá rojo.
Y para terminar, la cereza del pastel:


Un Sheaffer Targa, seguramente también de los 80. Recuerdo en mi niñez que esta pluma fue la herramienta de escritura de mi padre en su día a día por muchos años, hasta que la cambió por la Waterman que les contaba. La cambió por puro aburrimiento, así que en principio debe escribir.
Le he dado algo de limpieza y en verdad promete. No he podido ponerla a trabajar porque su convertidor, también aerostático, en este caso sí que tiene una fuga por ahí. Al succionar agua tibia para una primera limpieza, salían gotitas por detrás de la lámina metálica donde se presiona el saco de tinta. Mañana iré al lugar al que fui el otro día a ver si le consigo un convertidor de pistón.
Una vez escriban bien todas las plumas viene el tema de la tinta.
Ya tengo azul-negro y negro. Para las otras tres quiero verde, rojo y, de ser posible, algún púrpura/granate/berenjena (algo así). Veré qué consigo en la tienda de plumas y en las grandes papelerías. Si no encuentro surtido, el último recurso será ir a la tienda de Graf Von Faber Castell que hay aquí en Bogotá y dejarme la pasta en una tinta. Ya veremos.
En fin, cada vez más contento.
Saludos!!