Durante un viaje, a finales del año pasado, me encontré con este viejo asentador de paleta en una mezcla de comercio entre cuchillería y tienda de souvenirs. Tras hablar un rato con el dueño casi puede decirse que me lo regaló.

El cuero estaba muy gastado y la madera había perdido gran parte de la pintura, además la parte inferior del mango estaba rota, se ve que el asa se redondeaba en esa zona pero estaba cortada a ras.
Retiré el cuero y lijé la madera. Primero usé una lijadora eléctrica y después papel de lija de forma manual.


Cuando ya estaba bien lijada apliqué la primera mano de barniz color roble.
Tuve problemas con el barniz, y es que no terminaba de secarse, a pesar de respetar y aumentar los tiempos. El ambiente era muy húmedo y no se secaba del todo, así que dejé el asentador al calor de una cocina de leña y la cosa mejoró algo.
Una de las veces tuve que retirar el barniz casi por completo y volver a empezar, así que al final solo pude dar dos manos de barniz, con su correspondiente lijado entre mano y mano.
Para finalizar lijé muy fino y por último utilicé algodón de acero, lo que hizo que la madera quedara suavísima al tacto.
El cuero no ha quedado todo lo bien que me gustaría. No está muy bien cortado. En mi defensa decir que ni lo corté ni lo pegué yo pero tampoco se si lo hubiese hecho mejor.
El resultado final:
