Restauración de Filarmónica con sorpresa.
Me envió un compañero una viejuna Filarmónica para ver qué se podía hacer con ella. La navaja ya había dado lo mejor de sí en el pasado pero todavía se la podía devolver al servicio activo. Cuando llegó a mis manos no me asustó el óxido porque ya lo había visto en fotografías, me asustó una posible grieta que se iniciaba en el punto que indica la flecha, visible con dificultad en el bisel. Eso no se ve en las fotos, solo con una buena lupa.

Retirando material con cuidado para ir eliminando los óxidos la grieta sigue sin ser visible pero girando la hoja hasta que la luz incide en ángulo con en ella se hace evidente. Si la hubiera visto clara desde el principio no sé lo que habría hecho. Más de una vez me han enviado navajas y si están en mal sitio nada se puede hacer y se descarta la restauración o se hace pero con el riesgo de rotura durante el proceso o más tarde durante el uso; lo que decida el dueño se hace. En este caso la grieta es de las feas, de las que a la mínima forma una buena mella de las de aleta de tiburón. ¿Qué hago? Como sé que la navaja es comprada recientemente a bajo precio y ni es herencia familiar ni el dueño tiene una relación "afectiva" con ella decido hacerle una restauración sin consultar con el dueño. Quiero que sea una sorpresa y no se lleve el disgusto de verla dañada sino ya el resultado final. De hecho se enterará de todo cuando publique este hilo...

A restaurar se ha dicho. Lo primero es atajar el problema haciendo un corte en A para que la grieta no progrese. Tras ello ya se puede recortar la hoja desde el lomo B. Afranceso la punta y queda bastante guapa. Para las cachas lo más fácil es descartar las originales y hacer unas nuevas a medida pero no me apetece hacer lo fácil. Las originales son de bakelita y están bien. Se me ocurre que podría recortarlas y adaptarlas a la nueva hoja. Esta bakelita vieja es bastante frágil pero no pierdo nada por intentarlo. Recorto las cachas a un tamaño que me parece armonioso con la nueva hoja, taladro, avellano y redondeo. Bien, todo está saliendo como espero.

Trabajo la hoja y las cachas y procedo al montaje. Respeto el remache original de la cuña aunque lo ensancho y redondeo. Para el eje coloco un remache de latón que monto sobre avellanado sin arandelas, como es marca de la casa. Obviamente sí coloco arandelas internas para que exista separación entre acero y cachas, gire la hoja en condiciones, no se arañe y se pueda airear bien evitando en lo posible los típicos óxidos que se ven en esa zona. No hace falta decir que remachar sobre bakelita exige un cuidado extremo para que no se raje.

Montada ya la navaja se le da otro pulido más y paso a hacerle unas fotos. Tras ellas la afilo y queda lista para dar satisfacciones a su propietario, que espero apruebe las libertades que me he tomado con su navaja. Creo que ha merecido la pena.


