Un hilo muy interesante
En mi opinión, después de probar bastantes marcas, lo mas determinante para el carácter de una cuchilla es el fabricante, la línea de maquinaria y producción.
Cada fabricante comercializa varias marcas, con distintas especificaciones y acabados, pero todas ellas son producidas en las mismas máquinas, y afiladas al mismo ángulo. Cambian los recubrimientos y el numero de capas (platino, titanio, teflon, ptfe...), así como los materiales del fleje más raramente (acero inoxidable de distintas aleaciones, acero al carbono...)
Hay que pensar que las cuchillas se fabrican a millones en líneas industriales, por lo que la estructura general de la cuchilla (dimensiones, forma, biseles...) no cambia sustancialmente. Esto quiere decir que si el diseñode un fabricante te va bien, posiblemente las demás marcas que comercialice también te irán bien, teniendo en cuenta la segunda característica de una cuchilla y que poco a poco todos deberíamos aprender a diferenciar. La composición de la cuchilla.
Hay diferencias notables en el comportamiento de las cuchillas de acero al carbono y las inoxidables. También hay muchas diferencias en los resultados obtenidos con los distintos recubrimientos del filo. Hay a quien le van muy bien los recubrimientos de platino, o los de teflon. También quien prefiere las cuchillas de carbono por su excepcional poder de corte, o los recubrimientos de ptfe japoneses por el mismo motivo...
En resumen. A base de experimentar, y fijándose en esos parámetros, una persona puede determinar qué clase de cuchillas le van bien, y adquirir (o rechazar) novedades con un criterio razonable.
Para conseguir eso, aparte de algo de curiosidad y disciplina, es necesario aprender a afeitarse bien (después de años de práctica te podrás afeitar con cualquier cuchilla, con mejor o peor resultado pero de manera decente). Intentar dilucidar cuál es la mejor cuchilla en los inicios del aprendizaje es complicado. Ni las mejores cuchillas cortan tanto, ni las peores tan poco.
Y algo no tan fácil, como es saber la composición real de la cuchilla, muchas veces secreto industrial y por tanto un misterio para el usuario. De ahí los problemas para determinar realmente qué cuchillas te van bien, y la necesidad de hacer pruebas a ciegas hasta dar con los materiales óptimos.