Barba de dos días y afeitado agridulce. El jabón, que es uno de esos T&S muy discutidos últimamente (al menos aquí) por sus aromas, me ha dado un afeitado impresionante. Pese a tres pasadas y retoques que casi fueron cuatro pasadas, contrapelo y un apurado como para ir de boda, ha dado una protección soberbia y ni he notado la loción. Espuma con acercarle la brocha, desliza que es una maravilla y protege de narices. Estupendo, en serio, lo que pasa que las diferencias, ahora mismo, entre contendientes de la talla de B&M, Declaration, Wholly Kaw, Eufros, Stirling y estos T&S son tan de matiz que decir que unos son mejores que otros puede ser, en todo caso, muy personal, relativo y subjetivo. Ahora vamos al aroma. Si bien el "Himalaya" me dejó con cara de haba preguntándome a qué diablos huele eso :s, éste no me ha disgustado, ni tampoco entusiasmado. Distingo nota herbal, resinosa y a tierra húmeda. Es como si a un Fougère le quitaran la lavanda y la nota cítrica. Decía un parroquiano en los análisis de Maggard Razors que es "reminiscente al Declaration After the Rain". Ya quisiera. El Declaration "After de the rain" huele a gloria bendita, y éste, pues bueno. Aceptable. Y repito, es una pena que estos estupendos jabones tengan unos aromas tan... raros. Y el artesano es el que pierde, porque la competencia aprieta y los arriba mentados sí tienen aromas muy atractivos, mientras que por cualidades no le envidian nada.
Eso lo dulce, ahora lo agrio. El bálsamo. Lo tuve fuera de rotación porque tras combinarlo con el Tüff loción y normalmente en afeitados algo accidentados o exigentes, me dio reacciones de picor e irritación bastante notables y asquerosas. Por qué sucedía ésto, ni puñetera idea. Luego vi que con Speick maridaba mejor y no me daba esta reacción de ponerme la piel al rojo vivo. Pues bien, hoy iba todo sobre ruedas hasta la loción. Me la apliqué y estaba fenomenal, pues este jabón tiene un post genial. Como hacía frío y salía a pasear a mis perras decidí darme algo de bálsamo y ahí se desató el infierno. En un minuto la piel al rojo, picando horrores . Me tuve que lavar con jabón y aplicar Speick otra vez como si no hubiese un mañana, y las aguas volvieron a su cauce.
Es una lástima porque como bálsamo le veo grandes propiedades. Aroma suave, muy buena absorción, muy hidratante, buenas propiedades calmantes y regenerativas, y cero rastro graso. Lo que sí tengo claro que como suceda otra vez, el bálsamo va por el WC abajo y el frasco al contenedor de reciclado, y nunca mais.
