Hay formas de influir en la flexibilidad de una superficie de cuero. Mi consejo es de precaución con el aceite o grasa para ese propósito. Dependiendo del clima y las propiedades inherentes de la piel en particular, los aceites y grasas pueden ser útiles, una vez al año, más o menos pero siempre con moderación y según la condición de la piel. Aunque lo mejor sin duda se consigue frotando regularmente con la palma de la mano así se mantiene fácilmente una correa de cuero en condiciones óptimas. Los lípidos naturales que mantienen la piel de nuestras palmas flexible, es mejor que cualquier aceite en una botella, y aparte es gratis. Una correa de cuero que exige la aplicación de grandes cantidades de grasa, con el fin de mantenerla su superficie en buenas condicione, no es una correa de cuero de muy buena calidad. La idea es una correa de cuero y no de una capa de grasa. Una correa de cuero que tenga originalmente una superficie aterciopelada con el tiempo y debido al paso del acero de la hoja sobre él la convertirá en una superficie bruñida.En lugar de hacer la superficie pegajosa con alguna grasa de silla de montar, es mucho mejor que lo pulverice con con agua mediante un atomizador. Es cierto: el viejo método del agua. levanta un poco el grano de la piel vieja y hace más para restablecer la superficie aterciopelada original que la que consigue la grasa.
Algunos fabricantes recomiendan para mantener el asentador de cuero flexible usar de vez en cuando una brocha cargada con algo de jabón y pasarla por el asentador.
Antes se ha dicho que también se puede frotar el asentador con la palma de la mano o el antebrazo para mantener el cuero flexible ya que la grasilla de la piel humana nutre y lubrifica el cuero manteniéndolo flexible, aunque no es imprescindible.
Cuando la superficie del asentador está sucia después de mucho uso, se puede limpiar de la siguiente manera.
Primero cepillar la superficie con un cepillo suave de los de la ropa
Frotar en la palma de la mano un poco de jabón de glicerina. Con un trapo o lienzo recoga el jabón frotándolo contra la palma. Ahora con el trapo jabonoso frote la superficie del asentador muy suavemente, luego aclare con un trapo húmedo, y después séquelo con una toalla. Tenga la precaución de utilizar poco jabón, y el trapo que no chorree.
Esto solo vale para los cueros pulidos, no para los cueros flor o "piel de melocotón".
El Sr Naomi fabricante de los asentadores mundialmente famosos Kanayama para la limpieza y mantenimiento de sus asentadores: Recomienda que lo que se debe hacer es utilizar una toalla limpia de algodón empapada en agua tibia, la toalla no debe estar demasiado húmeda, pero tampoco demasiado seca. Pasarla desde la parte frontal de la correa de cuero por toda ella hasta la parte trasera, y dejarla secar de manera natural. Esa es la forma de hacer que el cuero del asentador este brillante y más suave. Tambíen según el Sr. Naomi, no se debe aplicar ningún tipo de aceite en la correa de cuero cordovan. Con el aceite se acumula el polvo, y hace perder la suavidad, y no hace que el asentador mejore su calidad de acabado.
Como resumen cuatro cosas fundamentales respecto a los asentadores:
Si está en buenas condiciones y ha estado bajo buen resguardo nada hay que hacerle.
Si la superficie no está dañada, con sólo pasarle la mano la piel queda lista para el asentado.
Si requiriere lubricación, lo mejor es una muy fina capa de aceite de pata de buey. Impregne la palma de la mano y la transfiere a la superficie mediante fricción a todo lo largo de la superficie. Con eso basta Aunque mi consejo es el de mucha precaución con el aceite o grasa para ese propósito.
Si ya el asentador requiriere una restauración lo mejor es que lo haga un artesano entendido en ello.