Un hombre que usa Floïd es un buen padre y mejor esposo.
Al embadurnarse con el néctar haugrolizado, sublima su efervescencia sexual y anula su natural instinto para la cópula indiscriminada.
Es un hecho científico que a las mujeres (menos a las esposas) les repele el dulce insecticida de la casa Colomer.
Después de echarte Floïd no mojas el churro ni pagando, vamos. Imposible engañar a tu esposa y joder la familia.
Echarse Floïd es un acto de amor.
Viva Floïd!!!
P.S. Yo uso Floïd de vez en cuando, aunque no me gusta. Pero eso es otra historia....