Depende del acero. En la mayoría de navajas, de acero al carbono, y por tanto no inoxidables, no debería haber problema si son solo unos días, no semanas ni meses. Si es mucho tiempo, debido a la micro-oxidación del filo, causada por la humedad ambiental, la hoja acabaría con desperfectos en el filo, algo "des-asentada", y habría que hacer un buen asentado antes de afeitarse, o llegado el caso, incluso suavizar con pasta. En las de acero inoxidable se podrá asentar con mas anticipación.
Cuando usaba navaja, seguía los consejos de mi padre al respecto: al acabar el afeitado, secaba la hoja con un paño y le daba un par de pasadas (dos idas con sus vueltas) en el asentador para secar el filo. El asentado lo hacía al día siguiente, antes del afeitado. No me explicó el motivo, pero como era barbero, asumí que era lo correcto. Al menos, lo correcto si se tiene una única navaja, que era lo normal por entonces.
Ahora, que ya no uso navaja, he llegado a saber la razón: el acero es elástico y tiende a recuperar su forma inicial, con lo que las deformaciones que sufre el filo en afeitado tienden a corregirse espontáneamente. Conviene no asentar tras afeitarse y dejar que este proceso tenga lugar. Dándole tiempo, quedarán menos imperfecciones que corregir con el asentador, siendo necesarias menos pasadas. Este proceso de auto-reparación del filo necesita entre 24 y 48 horas, con lo que el sistema de asentar justo antes de afeitarse permite esas 24 horas mínimas de reposo del filo. Por lo que leo, parece frecuente que los usuarios de navajas hoy en día tengan varias, con lo que pueden rotarlas, dejando mas descanso a cada una de ellas.