Montaje.
En el montaje se colocan las dos cachas y la hoja juntas. Las cachas son una parte importante de la navaja y además le proporcionan valor material.
Se ensambla la espiga con las cachas del mango, usando un remache largo o a veces tornillos para mantenerlo todo junto. Seguidamente se recorta el pasador y se le coloca una arandela y se golpea para remacharlo.
Las cachas deben montarse de forma exacta: la hoja , no sólo porque está muy afilada, sino porque también es muy delicada, no debe poder moverse en ningún caso, solo debe girar sobre el pivote de lo contrario podría dañarse, para ello a veces se colocan arandelas de empuje interiores.
Las cachas pueden estar hechas de multitud de materiales, plástico, imitaciones de carey, marfil, nácar, cuerno de búfalo auténtico, ébano o acero inoxidable entre otros. Tras el montado se comprueba la correcta función. La navaja debe poder abrirse y cerrarse suavemente.
Los materiales usados para fabricar mangos, también llamados cachas en relación a las dos piezas que lo suelen formar, como ya se ha dicho son muy variados, y van desde lo más sencillo y barato hasta lo exótico y caro.
Entre los materiales empleados esta la madera, se utilizan muchos tipos de maderas en la fabricación de mangos. Una muy popular es el ébano, pues es muy resistente y duradero. Otras maderas muy comunes son el cedro, bocote, snakewood que es una madera con un veteado que asemeja la piel de una serpiente, boj, y olivo. La madera se protege de la humedad con distintos tratamientos para así convertirla en un material resistente y duradero.
También se utilizan productos de origen animal tales como el cuerno que preferentemente suele ser de toro, carnero, bisonte o búfalo, el cuerno crea mangos muy elegantes y con un aspecto brillante, ya que cada cacha es diferente lo que hace que cada navaja sea única. Sin embargo, con el tiempo puede perder su forma y doblarse, lo que hará necesaria una reparación especial en caso de que esto ocurra.
Otro material usado con frecuencia es el hueso habitualmente de toro aunque también se utilizan huesos de otros animales como la jirafa y el camello.
Algunos de los materiales que se utilizaban antes en la fabricación de cachas son:
Nácar (llamado también madreperla): es un material precioso pero muy caro.
Carey (caparazón de tortuga): El caparazón de tortuga fue un material muy común en el pasado con el que también se fabricaban lentes, peines, etc. Hoy en día la caza de tortugas es ilegal por lo que este material ya no está disponible y en su lugar algunos fabricantes usan plástico con apariencia muy similar
Marfil: al igual que el carey, el marfil ya no está disponible, excepto si proviene de mamuts fosilizados. Fue muy usado en las navajas más caras del pasado.
Hoy también se utilizan compuestos con fibras naturales que son el resultado de la combinación de compuestos naturales y artificiales, mediante laminado o contraplacado.
El micarta es un plástico con elementos naturales como lino o incluso papel incrustados.
La estamina es un material parecido, mezcla de madera y fenol.
Las navajas con mangos de metal, como el acero inoxidable, suelen ser más pesadas que otras pero son también muy perdurables. La plata también se usaba en el pasado, para la fabricación de navajas caras.
Los mangos de plástico como polietileno, PVC, baquelita, etc., aunque son los más baratos, son también muy duraderos. A muchos de estos mangos se les dan efectos y colores para tratar de imitar a algunos materiales exóticos excesivamente caros o prohibidos como el marfil, carey, madreperla, etc., dando como resultado navajas elegantes a precios accesibles.
Las deformaciones de las cachas se pueden producir por almacenamiento en posición lateral durante años y años sin cambiar de postura. Para navajas que se usen de vez en cuando no se deberían observar deformaciones de las cachas se guarden como se guarden. En almacenamientos a largo plazo lo que más preocupa es la corrosión de las hojas metálicas.
Afilado
El afilado es la etapa final del proceso de fabricación de una barbera.
Al principio se afila la hoja en una muela mecánica.
El afilado por lo general no se completa durante la fabricación, y normalmente se hace por el usuario o propietario después de la compra de la barbera.
Cuando se realiza el afilado completo de la navaja, en ingles shave ready, en fábrica, entonces después de que la hoja ha sido afilada contra el lado plano de rotación de piedras redondas, o mediante la elaboración del filo de la hoja a través de piedras planas fijas es entonces y sólo ahora cuando recibe la navaja de afeitar su filo definitivo, para ello se le da a las hojas un filo microscópico en varios pasos. Para realizarlo hace falta mucho tacto y años de experiencia. Finalmente se termina el filo asentándose en cuero. Normalmente un test de pelo al aire HHT muestra si la hoja está suficientemente afilada. Este test consiste en que solo con el contacto, sin nada de presión al poner el filo en contacto con el pelo, este ha de saltar dividido en dos. El proceso de fabricación finaliza con el acondicionado del filo, cuando después del su afilado la navaja es pasada por el asentador y suavizador de cuero.
Desde el acero en bruto hasta la navaja terminada transcurren varios pasos. Casi todo es trabajo manual y requiere de la más alta precisión, incluso hasta para el empaquetado. Las fundas típicas o estuches que siempre se han usado para guardar las navajas. Son cajas hechas de cartón, recubiertas con un papel exterior algo resistente a la humedad, sin llegar a ser impermeable donde suele figurar la marca o logo del fabricante el modelo e incluso el tamaño. Son contenedores frágiles y se pueden deformar, pero tienen un encanto especial que atrae mucho, también las hay de otros materiales aunque mucho menos habituales como plástico, cuero o incluso madera.
A partir de aquí se abre todo un mundo. Porque cualquier filo de una navaja de calidad afeita en seco los pelillos del antebrazo. Pero de ahí a llegar a afeitarse la cara de forma suave y placentera y con un apurado insuperable hay todo un abismo y solo se consigue con una buena navaja de afeitar bien afilada, bien asentada y con una buena técnica de su manejo.
Conclusión: Una navaja es buena cuando afeita y apura bien, con mínimo o nulo sufrimiento para la piel y además tarda muchos afeitados en desafilarse.
Las buenas cualidades las da el propio acero utilizado unido a un apropiado y cuidadoso tratamiento térmico que haga aflorar dichas cualidades, así como el vaciado y afilado correctos sin los cuales es imposible que la navaja corte.
Otra cosa es que sea de marca conocida o prestigiosa, que tenga buen sonido, etc.
Las fábricas como las de Soligen producen navajas de afeitar mayoritariamente de forma mecanizada y muy pocas navajas aunque todavía hoy en día se siguen produciendo de manera tradicional por algunos artesanos y trabajadores cualificados que trabajan en pequeños talleres.