[size=medium]A Javier, El Druida, siempre le he pedio cosas especiales y poco al uso, y nunca me ha defraudado, al contrario siempre he recibido más de lo que era razonable esperar.[/size]
[size=medium]Ejemplo:[/size]
[size=medium]Le envíe una brocha Gibbs de latón que encontré en un mercadillo. Objetivo: cambiarle el nudo astroso que llevaba y darle un repaso al mango. Se puso manos a la obra y el mango Gibbs, que tenía mucha mili hecha, falló y se agrietó. Lo razonable hubiese sido desechar el mango y esperar a conseguir otro. Pero Javier no se rinde, y me propuso recuperar el mango hasta donde fuese posible y "que ya le haría algo"[/size]

[size=medium]Y, vaya si le hizo: recuperó la base del mango, la pulió hasta sacarle el dorado, la rellenó de alguna pasta o resina para darle resistencia, sustituyó la parte superior por esa maravillosa pieza de (creo) cocobolo y le colocó un nudo de tejón espléndido.[/size]
[size=medium]Así es este artista. Ya os hiré enseñando más, que de estas maravillas me ha hecho varias. Gracias Javier.[/size]