Señor @"Dr Dulcamara" @"superchicha" y @"Jb2009" No sé si lo bizarro le parece un jabón de sebo con karité y lanolina o mi definición de algo fresco.
Como no sé de formulaciones pues no puedo decirle si es acertada mi elección o predilección, como digo, no sé de formulaciones y creo que esos ingredientes van a ser buenos buscando el deslizamiento de la navaja y la protección de la piel.
Si en cambio se refiere a mi definición del aroma intentaré explicarlo mejor a ver si se entiende. Voy a intentar hacerlo sin entrar en detalles, que cada uno tiene sus preferencias sobre anatomía.
Busco algo fresco, y en ese momento se me vino a la mente un paseo por el campo, sin flores ni nada, más tipo montaña, es por la tarde y hace calor. Hace un rato que has bebido el último sorbo de agua que llevabas contigo, pero el sol incide sobre ti de manera incompasible. Sabes que tienes que seguir caminando para llegar a tu destino, tienes que seguir caminando para llegar a ese arroyo que está a unos pocos kilómetros de dónde te encuentras.
Paras unos minutos bajo la sombra de un espigado árbol para aclararte las ideas, continúo o me siento a descansar. Decides continuar, necesitas hidratarte lo antes posible, te levantas y emprendes la marcha en dirección al arroyo. Pero cuando llegas ves que está seco, el calor ha hecho mella en su caudal y donde antes corría el agua ahora solo hay un reguero de tierra mojada y algo fangosa. ¿Qué haces? Miras a los lados desorientado, pierdes un poco la perspectiva de la situación, estás solo y sin agua, pero no es grave, tu mente se serena y recuerda que un par de kilómetros más al norte brota el manantial que alimenta el arroyo y emprendes de nuevo la marcha.
Cuando llegas al manantial tus ojos no dan crédito, tu mente se nubla, tus sentidos se agudizan, el corazón aumenta el ritmo. Sentada, debajo del fino hilo de agua que brota de la roca, una hermosa mujer parece que está esperándote. Se levanta, completamente desnuda mueve su cabeza para que su mojado pelo se acomode a lo largo de su espalda y sobre sus hombros. Ese movimiento hace que el agua que hace unos instantes se adentraba en su hermosa melena ahora invierta su camino y se deslice desde la punta de sus cabellos hacia su piel.
Según se acerca a ti unos riachuelos comienzan a recorrer su piel y cuando llega a tu altura caes de rodillas hipnotizado por su caminar.
Camina despacio, notando cómo la observas, y cuando llega a tu altura se inclina hacia ti, doblando ligeramente la cintura. Su melena se pega a su desnuda espalda y los cabellos que antes descansaban sobre sus hombros se precipitan sobre tu cara. Se acerca más y se yergue hasta que sus pechos casi rozan tus labios, con una mano se recoge el pelo de la espalda y lo coloca sobre su hombro para que el agua que todavía queda en su interior fluya del mismo y tras recorrer su pecho llegue a tu boca directamente goteando desde su erecto pezón. Cierras los ojos y bebes gota a gota ese agua. Ese agua que es el agua más fresca que has bebido, te alivia el calor, te sacia la sed, extermina tu cansancio y te llena de vitalidad. Abres los ojos y has renacido, lleno de vida y frescor, dispuesto a recorrer los doscientos metros que separan el manantial de tu casa, consciente que por mucho que lo cuentes nadie te creerá, así que mejor disfrutarlo en silencio.
Bueno, pues a ese frescor me refería. Lo que no quita que leyendo vuestros comentarios me he reído mucho y me lo he pasado muy bien. Si hay que explicar algo más decirlo y se intenta jajaja