Hola !
Algunas consideraciones ante la comparativa de dos productos respecto a su precio:
1- ¿ es directamente proporcional la diferencia de precio, en relación con la prestación técnica (no estética ni de exclusividad artesana) del producto ?
es decir, por poner un ejemplo: ¿ una brocha de cerda de 60 € es cuatro veces mejor que una Semogue de menos de 15 € ? ....... personalmente, lo dudo.
2- Me parece completamente lícita la opción de quien quiera adquirir cualquier producto sobrevalorado, o con un precio altamente inflado respecto a otro de iguales prestaciones; pero no entiendo que se esgriman exclusiva y únicamente argumentos de mejor calidad y bondades técnicas. Sería, creo, completamente plausible, otro tipo de razonamiento, como pudiera ser motivos de exclusividad, “caché” ó distinción.
3- De hecho algunos de los citados productos de una alta gama, o supuestamente “PREMIUM” no han respondido plenamente a las expectativas que en principio se le atribuían; en este caso, probablemente habrá un silencio tácito por parte del consumidor que se ha visto decepcionado, tal vez muy pocos de estos consumidores van a estar dispuestos a admitir que han gastado una considerable cantidad en un producto, que finalmente, en cierto modo, ha resultado un “bluff”
4- También cabría señalar en relación a la afición que nos ocupa, la naturaleza de los productos y elementos que configuran el afeitado clásico: básicamente, productos de pre-afeitado, un jabón o crema, una brocha para batir y hacer espuma y aplicarla en el rostro, una maquinilla donde se instala una hoja (dicha hoja es tal vez uno de los elementos de más importancia, puesto que es el responsable directo del rasurado) y finalmente un producto para el post-afeitado (lociones y/o bálsamos). Con esto me refiero a que son elementos relativamente simples (no estamos hablando de nanotecnología cardiovascular); por lo cual la cuestión básica para que un afeitado sea satisfactorio es principalmente el poseer una buena técnica y mejor praxis.
EMHO por supuesto.