Debido a una circunstancia que me pasó esta semana se me ocurrió abrir este hilo, y que me hizo reírme horas de mi mismo. Siempre contamos lo bien que lo hacemos, lo cracks que somos con el dominio de la brocha sacando chantilly de cualquier jabón por más duro que sea, el control de cualquier filo, etc.
Pero nunca contamos las burradas que nos mandamos y que son muchas.
Y en mi caso, ha sido de las burradas más gordas que se pueden hacer, aunque no corrió sangre como muchos pueden pensar, o al menos no mucha.
Me disponía a afeitarme en el apartamento en el que tengo la Mongoose con su mango de titanio Storck.
En el último par de afeitados ya sentí que la Feather Professional Súper con la que cargo la Mongoose no cortaba lo que tocaba, así que me dispuse a sustituirla.
Abro la máquina, y cargó la cuchilla nueva.
Así de simple; cargo la nueva sin quitar la vieja y cierro la rasuradora y me pongo a la faena. [emoji1787][emoji1787][emoji1787][emoji1787][emoji1787]. Acababa de inventar sin saberlo la multihojas en monofilo. [emoji1787][emoji1787][emoji1787][emoji1787].
He de aclarar que llevaba 3 días sin afeitarme.
Empezó un afeitado muy áspero, al principio pensé que me faltó hidratar lo suficiente (en casa me afeito en la ducha y en el apartamento no porque es más pequeña) luego pensé que dura se me estaba poniendo la barba por lo viejo que estoy, pero terminé con un par de puntos rojos que no coinciden con mis "habilidades" [emoji1787][emoji1787][emoji1787][emoji1787].
Así que sin darle más importancia y echándole la culpa la barba, la hidratación y cualquier cosa menos a mi ineptitud dejé el tema para que se resolviera solo al día siguiente.
Pues al día siguiente, con menos barba y bien hidratada siguió un afeitado muy áspero.
Así que eliminando las variables consideradas ya empecé a considerar que el cartucho con las cuchillas está en el apartamento desde el verano pasado y que las cuchillas se habrán estropeado y oxidado por la gran humedad, pero bueno, estaba con prisas y decidí acabar con el afeitado lo antes posible y protestando con la humedad del Mediterráneo terminé con otro par de puntos escarlata y un afeitado de los que pasas la mano y dices que una lija es más suave.
Decidí cambiar la cuchilla, pero para el próximo afeitado; al día siguiente.
Sorpresa me llevo al abrir la Mongoose y encontrar que estaba cargada con dos cuchillas.
Llevo horas riendome de mi mismo, y aceptando lo que dice mi MDD, que ya no soy el de antes. Vaya despiste.
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