Hablo en general:
Una cosa es la colonia que se use y otra cómo y en qué cantidad. Normalmente con una/dos gotas (o una pulverización), dándoselo detrás de las orejas y en las muñecas, es suficiente. Si nos echamos más es cuando podemos ir apestando. Antiguamente, uno de los usos de las colonias era el enmascaramiento de los (malos) olores personales, fundamentalmente porque el acto de lavarse no se realizaba tan a menudo como hoy en día. El exceso de colonia puede conllevar un "contra efecto": que los demás se pregunten qué se estará intentando ocultar detrás de ese perfume.
Además, hay que tener en cuenta que hoy en día hay saturación de olores (entre las colonias de cada cual, ambientadores en casas, en coches... ya hasta en las tiendas y restaurantes...), por no hablar del agobio que puede suponer meterse en un autobús, vagón de metro o similares. Todo ese mejunje y "remix" de aromas puede llegar hasta a estresar.
Por otro lado, si una colonia se tiene desde hace mucho, es posible que se vaya estropeando/enranciando. También puede interferir con nuestro after (o champú, etc) si este es potente. O que mezcle mal con nuestro olor personal (la misma colonia puede resultar diferente en distintas personas).
Personalmente, nunca uso colonia (una vez al año, a lo sumo), y nunca he recibido un comentario negativo sobre mi olor, más bien al contrario. Hoy en día, que la higiene es mucho mayor que hace décadas (y ya no digamos cientos de años), mientras te duches todas las mañanas, no hay ninguna necesidad de usar ningún tipo de enmascaramiento de olor personal (quizá salvo contadas excepciones, si ese olor personal es muy intenso). Y remarco lo de ducharse por las mañanas, porque hay gente que se ducha por las noches, pero claro, después de varias horas de sueño, en una cama en la que sudamos, que no ventilamos hasta la mañana siguiente, y cuyas sábanas cambiamos cada X días, vamos por ahí con esos aromas en nuestra piel. Y si le ponemos encima colonia, la mezcla puede ser fatal.