
No siendo, de momento, uno de los favorecidos en el sorteo del foro ¡enhorabuena a los ya afortunados! he programado una rifa casera, quedándome con todas las papeletas y me ha tocado una Twig Razor (donación de mi mujer).
Adquirida en Woodberg (tienda alemana), ha llegado hace unas horas.
La Twig, bonita, lo que se dice bonita, sinceramente no es. El mango, modelo muñeco tentetieso, es realmente feo. Por contra, parece cómodo y efectivo en la mano, que al fin y al cabo es lo que importa en un mango.
La cuchilla partida, queda firmemente asegurada en el cabezal, evitando de esta forma, vibraciones no convenientes. También quedan debidamente protegidos los extremos de la hoja, evitando de nuevo, peligros no deseados.
Un detalle es el imán incorporado en el cabezal para evitar que se mueva la cuchilla mientras se monta.
El cabezal es estrecho, lo que permitirá perfilar y llegar a los recovecos y sitios más difíciles.
Confío que esta maquinilla no esté destinada, diseñada ex profeso o no, para ser un complemento de su hermana mayor.
La herramienta pesa 69 g ¡bonito número!
Ahora a esperar que se comporte bien en todo el proceso del afeitado...
¡Esta noche la pruebo!