Me voy a mojar. ¿Por qué no tengo navajas de artesanos?
1- Porque no me sobra el dinero para gastarlo en una sola navaja. No digo que sean caras porque aunque nunca he forjado nada sí que sé lo que es restaurar hojas, modificarlas y ponerles cachas personalizadas y ello me hace saber de primera mano cuánto tiempo se tarda en hacer las cosas. Tiempo es dinero. El que pretende obtener un lógico beneficio comercial pues tiene derecho a que se valore su tiempo. Comprendiéndolo y estando de acuerdo prefiero hacer desembolsos de ese orden en otras cosas.
2- Las navajas que más me gustan son las antiguas del 14 de determinadas marcas y épocas. Como tengo claro qué es lo que quiero y lo tengo pues no necesito algo que no podrá superarlo en los aspectos a los que doy valor. No voy a comprar una copia de una Filarmónica por el triple de lo que cuesta la auténtica. Otros estilos están bien y los valoro pero no lo suficiente para comprarlos.
3- Solo una vez pagué más de 100€ por una navaja y la acabé vendiendo. Comprar es fácil, se ofrece dinero bastante y se tiene lo que se quiera, es como comprar unas chuletas en la carnicería, pagas y te las llevas. Lo que más me gusta es la caza, a veces activa y ahora casi siempre pasiva más que nada por saturación. Estas chuletas saben diferente. El que no lo entienda que se saque la licencia de caza y pruebe.
4- Porque soy muy raro. Aprecio las capacidades de los artesanos que crean piezas equilibradas tanto en hoja como en cachas. Ahí está el problema, lo que para muchos es hermosura para mí es exceso, incongruencia y sobreactuación. También los hay que hacen piezas modélicas en calidad y estilo pero no son mi objetivo. Por suerte puedo hacer las cachas a mi gusto y modificar hojas cuando se tercia. Lo sé, lo mío es una cutrez, pero es mi cutrez, auténtica, única e irrepetible.
Pues ya está dicho. Quedo a la espera de las pedradas del amable público lector.