Es posible que alguna vez te hayas planteado la opción de rasurar tu cráneo. Es posible que creas que es más cómodo, más fresco, más higiénico... o puede simplemente que te resulte un look interesante.
Pero también es muy posible que las modas, las convenciones sociales, el lastre de los años y el qué dirán te tiren para atrás.
Yo ahí no te puedo prestar mucha ayuda, salvo decirte que tú eres dueño de tu pelo y, por supuesto, de tu aspecto. Que se puede lucir estupendamente bien con la cabeza afeitada (un cráneo limpio no es incompatible con un traje, por mucho que te digan)y que la gente te hará comentarios el primer día y luego se acostumbrará.
La decisión está en tu mano. Piénsalo bien porque, aunque no deja de ser otra forma de lucir el pelo, se trata de un cambio bastante radical.
Ah, otra cosa. Si piensas que una afeitado puede solucionar problemas de alopecia, siento desilusionarte. El folículo no se toca y no vas a conseguir que salga más pelo.
No obstante sí es posible mejorar la salud de nuestro cuero cabelludo al poder tratarlo de manera más directa y al contar con más espacio para "respirar".
Una vez que decidas dar el paso es posible que te encuentres solo. Hay peluquerías en las que se niegan a afeitar cabezas (al menos en mi ciudad no he encontrado ninguna) así que es muy posible que tengas que ponerte cuchilla en mano en el baño de tu casa. Pero... para eso estamos aquí ¿no? ¡Vamos allá!
Preparación del pelo
Lo primero que tenemos que hacer cuando decidimos afeitarnos la cabeza es cortar nuestro cabello lo más corto posible. Podemos utilizar unas tijeras y peine, pero la maquinilla se revela como nuestra aliada ideal para este caso.
Quita el peine, ajusta la largura al mínimo y comienza a a atacar por zonas, siempre contra el crecimiento del cabello. Puede que tire un poco, pero no te preocupes. Sé disciplinado y comprueba con tu mano que el corte va quedando igualado. Es posible que necesites un espejito de mano para poder verte la nuca.
No te tomes prisas. Haz un descanso si quieres. Procura disfrutar del momento.
Una vez que hayas terminado de cortar el pelo, date una ducha e hidrata tu cabeza con agua templada (no caliente) y enjabona con algún champú poco agresivo para quitar el pelo sobrante que se haya podido quedar pegado.
Una vez seco (con cuidado) aplica un poco de hidratante sobre tu cabeza y masajea suavemente. Eso reparará un poco el estropicio que le hemos hecho a la piel
Ten en cuenta que el proceso de rapado es bastante agresivo, ya que las cuchillas rozan el cuero cabelludo (que está muy virgen) y encima la máquina genera bastante calor. Por eso recomiendo dejar el afeitado para el día siguiente. Así tienes tiempo para que la gente te vea con tu nuevo look 😉
Herramientas
Dúchate y lava tu cabello (o lo que queda de él) con un champú poco agresivo e hidrata tu cuero cabelludo con agua templada. No uses agua caliente, ya que la piel se reblandecerá y arrugará causando dos efectos: Aumentar la sensibilidad y esconder parte del pelo Queremos una piel tersa sobre la que deslizar la maquinilla.
Sal de la ducha y sécate con cuidado. Asegúrate de que tienes tiempo de sobra para terminar la tarea que te traes entre manos. Es la primera vez que te afeitas y necesitas tomarte el proceso con calma. ¿Estás seguro? Bien. Vamos a preparar el "hardware"
La elección de lubricantes la dejo a tu elección, pero tienes que tener en cuenta que la cabeza es una superficie mucha más grande que la cara y que el tiempo que vas a tardar (al menos de momento) en cada zona es mucho mayor. Por eso te recomiendo que hagas más espuma de la habitual y que te enjabones por zonas. Así evitarás que la espuma se te seque.
En cuanto a la maquinilla, y a riesgo de que alguien me excomulgue, recomiendo una desechable. ¿Por qué? Porque vamos a enfrentarnos a unas zonas completamente distintas a las que estamos acostumbrados a afeitar. Así pues, por mucha técnica que tengamos con una safety o con la navaja, es posible que nos veamos perdidos a la hora de atacar la nuca, por ejemplo, haciendo que la muñeca se mueva más de la cuenta. Las desechables permiten errores y son muy seguras en ese sentido. Una vez que te afeites con mucha soltura con un chisme de estos, podrás dar el salto a las maquinillas tradicionales. NO obstante, si eres un crack del autocontrol, un ninja del afeitado, puedes usar tu herramienta favorita. Pero mi advertencia queda hecha. 😉
Ah, por cierto. A poder ser, que tenga el cabezal fijo y no más de dos hojas (vale, tres como mucho) porque se atrancará que da gusto.
El uso de un pre está bastante recomendado, sobre todo si eres primerizo. Utiliza Myrsol, Proraso o algún aceite de afeitado. Hay gente que se aplica nivea la noche anterior y se afeita al día siguiente aplicando el jabón encima. Tú verás si tu esposa te mata por manchar la funda de la almohada 🙂
Lo que yo hago es aplicar un buen chorro de agua FRíA sobre la cabeza y luego aplicar el pre con un leve masaje. El agua fría favorece el encrespamiento del pelo y, sobre todo, la tersura de la piel.
Sea como sea, deja que el pre actúe ablandando un poquito el pelo y lubricando la piel. Ten en cuenta que el pelo de la cabeza es más duro que el vello facial y que sale con mayor frondosidad, sobre todo en la zona de las sienes y la nuca (donde el riego es mayor y el pelo está más nutrido), por lo que vamos a necesitar un buen deslizamiento (aunque se va a atrancar igual).
Una vez que tengamos todo preparado y la espuma aplica en una zona pasamos al
Afeitado
LLegó la hora. Toma la maquinilla de tu elección y comencemos. Si eres primerizo, te recomiendo una pasa a favor del crecimiento del pelo. Con calma y sin apretar lo más mínimo. No repitas zonas y no pases la cuchilla sin espuma.
Así conseguimos una reducción del cabello que nos permitirá efectuar sucesivas pasadas con menor irritación.
Ten disciplina a la hora de pasar la maquinilla. En un primer momento te resultará complicado llegar a todas partes y creerás que necesitas un espejo para poder verte esas zonas inaccesibles. Pero eso no es necesario. No hay mejores ojos que las yemas de tus dedos. Pasa la maquinilla y detrás tu mano libre.
Efectúa una segunda pasada "lateral" con su correspondiente espumado. Tendrás que averiguar el sentido del crecimiento del pelo (que al final aprenderás) tocando con tus dedos. Una vez que termines con esta pasada, aclara tu cabeza con agua fría y abundante. Ya hemos terminado.
¿Y a contrapelo? ¡Mi cabeza todavía rasca! ¿Acaso hay alguna tira de velcro en un rincón de árbol genealógico?
Tranquilo, es la primera vez que te afeitas y, aunque la maquinilla deja el pelo corto, todavía es demasiada longitud para ir a contrapelo por las bravas en tu iniciación. Por eso hemos acometido esa reducción. Mañana iremos a contrapelo.
Against the grain!
Prepara tu cabeza igual que ayer y disponte a experimentar el verdadero afeitado craneal. Comienza por donde quieras (yo te recomiendo comenzar por detrás y por las sienes, que es el pelo más duro) dando pasadas largas sin apretar mucho. ¡Raaaaaaaaaaaaaaaaccccccccc! ¿Suena verdad? Ya lo creo. También es posible que duela un poco. Pero no te preocupes. Tu cuero cabelludo no está acostumbrado a tanto castigo, pero pronto lo hará y te lo agradecerá.
Insiste en las zonas que vayas afeitando y repasa con el dedo hasta que no rasque. La zona fronto-superior es más sencilla de afeitar, ya que el pelo suele ser más débil. Al principio será la que mejor te quede, ya que es posible que la nuca rasque un poco.
Ten en cuenta que el ataque en la nuca y cuello es distinto y, digamos, inverso al que hacemos en la cara. Generalmente tendemos a cerrar el ángulo cuando lo que hay que hacer es abrir. Hay que notar el corte del pelo.
Si te está resultando incómodo, no te preocupes, descansa un poco. EL estrés es muy mal consejero en estos casos. Piensa que estás inmerso en un proceso de aprendizaje y que te va a costar un poquito (muy poquito). Es poco precio por ganar una enorme área para paracticar tu afición ¿no? 😉
Retoques
Una vez terminada la pasada a la contra, aclara tu cabeza con agua fría (es posible que tengas algún poro, que se cerrará con el agua) y frótala como si fuera una pelota, con ambas manos y en todas direcciones.
Muy probablemente encuentre puntos que raspan. Aplica espuma con la brocha, masajea con los dedos y afeita a contrapelo. Así hasta que la cabeza quede suave.
Repite el aclarado y deja secar un poco el cráneo. Aplica unas gotas de Myrsol (o de un AS que te guste y que no lleve alcohol) y MUY IMPORTANTE hidrata la zona con loción o gel de protección solar de factor no inferior al 30.
No me importa lo moreno que seas. EL cuero cabelludo ha estado protegido por una espesa capa de pelo durante muchos años y encima lo hemos agredido con una cuchilla. Así que a protegerse tocan. No importa que no haga sol.
Más adelante podemos aplicar un AS y una hidratante o un gel humectante y que no tape los poros para darle un efecto brillante
Mucha gente que se rapa la cabeza aprovecha las vacaciones para hacerlo porque allí no les conoce nadie.
Aparte de que si uno escoge un nuevo look hay que lucirlo con orgullo, hay que tener cuidado con la temporada en que realizamos nuestro primer afeitado. Yo no lo haría para irme a la playa en agosto.
Ah, otra cosita. Si, como yo, gastas vello facial, es posible que necesites rediseñarlo para contrarrestar el efecto de redondez que crea el cráneo afeitado. Yo me he bajado un poco la barba hasta la línea de la mandíbula, estrechando patillas y dejando la perilla un número más larga que el resto de la barba. De esa manera alargo un poquito mi cara.
Frecuencia
Yo me afeito a diario e incluso dos veces al día (si tengo una cena o similares me afeito mañana y tarde) para que mi cabeza esté suave siempre.
Depende mucho de la velocidad de crecimiento del cabello. A mí me crece a toda velocidad y de un día para otro necesito rasurar. Hay gente que tiene más que de sobra con un par de veces a la semana.
Esto es todo lo que puedo aportar. Si alguien tiene dudas, estaré encantado de ayudarle.
Un abrazo y perdón por la chapa