La compañía Beter nace en 1936, comenzando a dedicarse al afeitado en 1940 con la fabricación de cuchillas

Es en 1960 cuando se dedican también a la fabricación de maquinillas



De esos años, hasta nuestros días, varias compañías españolas han comercializado maquinillas ... así, de memoria ... Palmera, Filomatic, Bifax, etc. (algunas mas se pueden ver en este hilo), pero la que ha sobrevivido en el mercado hasta nuestros días ha sido Beter.
El objeto de esta revisión es la Beter de peine cerrado ...

Una maquinilla puede tener diversas formas, estar hechas con diversos materiales, y afeitar bien. Las sensaciones en uso de una maquinillas depende de muchos factores, desde las características del cabezal (la parte que realmente afeita) hasta lo que percibimos en términos de estética y acabados, peso, tacto, e incluso factores sentimentales. Todos ello forman parte de las sensaciones del afeitado.
Si hablésemos de una maquinilla desde la perspectiva general podríamos pensar también en la calidad objetiva y la calidad percibida.
De color plomizo y sin chapado (ignoro el metal utilizado) con un moleteado escaso y desigual, con una base del cabezal mal en chapa fina y mal acabada, esta maquinilla no es para la realeza. Vale, la Beter es una maquinilla barata, y la estética no afecta al afeitado, pero la sensación de la que no podemos huir al tener una Beter en la mano es de una escasa calidad percibida.
Cuando hablamos de afeitado, la geometría del cabezal y sus tolerancias son las que determinan como afeita cada maquinilla. El gusto por uno u otro cabezal es naturalmente una cuestión muy personal. Nuestros gustos, nuestra técnica, nuestra barba, y nuestra piel son únicos ... de alguna manera cada uno preferimos una geometría de cabezal que mejor se adapta a nuestras particularidades ... lo que te gusta y te funciona es lo bueno para ti.
En cuanto a las tolerancias, podemos pensar en ellas como la fidelidad con la que la geometría pretendida del cabezal se consigue en la fabricación. Las tolerancias de fabricación determinan en gran medida la funcionalidad del producto.
Giramos el mango para desmontarla e inmediatamente notamos que el mango enrosca ligeramente torcido o inclinado. Observamos detenidamente la base del cabezal sobre una superficie plana y vemos que el cabezal no es perfectamente simétrico ... en un lado el peine está mas doblado que en el otro. La estética es una cosa, pero el uso empieza a confirmar las pobres impresiones iniciales.
Volvemos a las tolerancias, montamos la cuchilla y observamos la parte que verdaderamente importa: Exposición, apertura y ángulo. Vale, la cuchilla no ha quedado bien puesta. Repetimos la jugada ... Después de varios intentos de montar la cuchilla como habitualmente, y sin prestarle atención a ello nos encontramos con que el resultado mas frecuente es una exposicón, un ángulo de corte, y aperturas asimétricos. Desde ligeramente asimétricos hasta lo desatroso.
Buscando ilustrar esas tolerancias a propósito, esta es la holgura máxima que nos ofrece esta maquinilla

(No siempre nos queda la cuchilla así, pero esto ilustra la desviación que permiten las pobres tolerancias de esta maquinilla)
... y si vemos su ángulo de corte y apertura de un lado al otro de cabezal nos encontramos con lo siguiente ...


No es extraño que en algunas maquinillas fabricadas hoy en día las tolerancias no sean micrométricas, pero si lo es que estas sean tan grandes que podamos hablar de holgura. Así, montar la cuchilla con la exposición, ángulo de corte y apertura apropiados es una cuestión de lotería, y la receta mas directa para un pobre afeitado. Naturalmente siempre podemos prestarle muchísima atención a montar la cuchilla y buscar su alineado perfecto, pero personalmente le pido a una maquinilla que esto me lo de hecho.
[INDENT]¿Puede alguien afeitarse con este cabezal?
Por supuesto que si
¿Vale la pena?
La respuesta es obvia ... ¿Por qué querria alguien hacerlo?[/INDENT]
A pesar de mis muchos deseos de ensalzar un producto nacional, siento una poderosa fuerza que hace que la mantenga alejada de mi cara. Se trata esencialmente de un producto malo, de baja calidad percibida y de peor calidad objetiva. Tengo varias maquinillas que son pobres afeitadoras, pero que al menos son curiosas por algún motivo especial. La Beter no es siquiera curiosa. No tengo ni idea de cuantas maquinillas vende Beter, me imagino que muchas, ya que se encuentran en casi cualquier droguería de barrio ... y eso me preocupa.
Me preocupa porque esta maquinilla está al alcance de todos, especialmente de aquel que sienta el primer impulso y curiosidad por el afeitado, y empezar a afeitarse con esta maquinilla supone un inevitable fracaso.
¿A cuantas personas habrá alejado de los placeres del afeitado esta maquinilla?
Normalmente, cuando hago una review intento ser objetivo aún ensalzando las virtudes que pueda encontrar y mencionando también los defectos, ya que estos pueden no serlo tanto para otros foreros. Sabiendo que cada uno de nosotros tiene sus particulares gustos y preferencias casi nunca podemos decir que tal maquinilla es mejor o peor ... normalmente son simplemente diferentes.
Ya metido es observar esta maquinilla con detenimiento, en este caso no he podido mas que ser sincero: es una maquinilla mala. Todos lo sabemos, aunque también se merecía una review. Por el mismo precio, o mas barato, hay tras opciones en el mercado significativamente mejores ... la Wilkinson Classic viene inmediatamente a la mente.
Saludos,
Tony
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