Ayer por la tarde, de casualidad, entre al schlecker que tengo debajo de casa con mi chica para comprar unas cosas que necesitavamos y ...
¡¡¡VOILí!!!
Después de dejar de buscarlo, y de resignarme a esperar a que llegase a Valencia igual que habían ido llegado al resto de España, simplemente se plantaron delante de mis narices, por fin...

Rápidamente, antes que nada, estas tres barritas fueron debidamente ralladas y puestas en un bote de Proraso Blanco que tenia vacío por casa...

Todo seguido, recogí y salí de la cocina, enfile vertiginosamente el pasillo, me dirigía sin mas preámbulos a hacer una prueba de espumado. Utilicé una brocha Wilkinson de caballo negra que utiliza mi padre, y que anda por casa desde hace un millón de años por lo menos, una suavidad extrema, simplemente insuperable, aunque la brocha pierde pelos ya por sus años en el campo de batalla (la mayoria de ellos partidos). Estas semanas, seguiré utilizando este jabón que me ha dejado muy gratas sorpresas y que situaría, sin miedo a equivocarme, bastante por delante al stick La Toja, ahí lo dejo...