Las dos novelas de nuestro compañero Antonio Burillo, los dos primeros capítulos de una saga, son dos entretenidas historias de las que, lógicamente nada desvelaré. Antonio, con una prosa sencilla, nos introduce en unas entretenidas historias, sin pretensiones altisonantes, sin artificios, simplemente con la idea de hacernos pasar un rato agradable. Lo logra, y ese es en esencia el éxito. Confieso haber leído cada libro de un tirón, siguiendo sin problemas la línea argumental, y haciéndome una imagen mental de los personajes que se confirmó en el segundo capítulo. El que diga que no lee porque le da pereza comenzar un tocho que no sabe si terminará, que olvide esa escusa. Cada libro de Antonio se lee sin problema en una tarde o a lo sumo en dos, por lo que son libros ideales para leer bajo la sombrilla en la playa, en un viaje de autobús, en una tarde a la sombra en el parque, en una tarde lluviosa en nuestro sillón favorito, etc.
Existen, como en toda obra, pequeños errores de edición que no desmerecen el trabajo de nuestro compañero, errores que se subsanarán en las siguientes entregas. Más error sería privarse de su lectura y más a un precio más que asequible. Sin duda recomiendo la lectura de los libros de Antonio Burillo, el no aprendiz sino simplemente escritor. ¡A leer!