Bueno, otra receta de "café" esta vez de mi patria chica, el Empordí .
Su origen está en las cuadrillas de obreros, pescadores... y sus fiestas, que aquí denominamos "xefles". De aquí ha salido una gastronomía extraordinaria, fruto de tratar con buenas manos e imaginación productos más o menos humildes. Y con el café no iba a ser distinto: en una época donde el buen café y los buenos licores escaseaban, pues lo mejor era disfrazar lo malo de uno y de lo otro hasta convertirlo en una receta excelente, que es como sigue.
INGREDIENTES.
*Café: una tacita por persona.
*Ron negro: un vaso y medio de chupito por persona (más o menos).
*Aguardiente de caña (ron blanco, cachaí§a...): un vaso de chupito por persona, más o menos.
*Piel de limón.
*Una ramita de canela para cada cinco personas o así.
*Granos de café.
*Azúcar al gusto
Hay quien añade un poco de cointreau o algún otro licor de naranja, pero para mi ya hay demasiada mezcla. Opcionalmente se puede hacer con coñac, orujo, en fin, cualquier aguardiente que tengamos por casa.
INSTRUCCIONES.
- En una cazuela, preferentemente de barro, se echan los licores, el azúcar, la canela el limón y los granos de café y se pone a calentar a fuego medio-bajo.
- Cuando empieza a salir vapor, se le pega fuego. Aquí entra el arte de removerlo con un cucharón sin parar, cogiendo una cucharada y vertiendola haciendo una cascada de llamas, ya veis por donde voy.
- Cuando se haya reducido más o menos a la mitad se le echa el café para apagarlo y se sirve inmediatamente.
Os aseguro que el primer cremat no se olvida. Con el resurgir de las habaneras entendido como un espectáculo para turistas de Barcelona el cremat ha retomado cierto auge, tomado en la playa durante las cantadas, pero la mejor forma es para terminar una buena comida entre amigos en la barraca (en Cataluña somos más humildes que los vascos, no tenemos sociedades gastronómicas).