A ver, la pluma se cayó al suelo de narices de la forma más estúpida, abrí la ventana, paso corriente y rodó por la mesa hasta el suelo. La llevé a la Central de la Estilográfica (Barcelona) y me dijeron que me lo arreglarían. Al cabo de tres días me llaman y me dicen que hay que ponerle un plumín nuevo. 55 euros. Bueno, vale. Luego la recojo y veo que se seca cada tres o cuatro palabras. Primero pensé que era la tinta (Sailor Kiwaguro, que es pigmentada y si no tienes cuidado te puede atascar las plumas), pero lo probé con Waterman Havana que es relativamente poco saturada y fluye muy bien, pero nada, se sigue secando. Le pegué una buena limpieza con amoníaco no fuera que el plumín esté un poco grasiento (a veces pasa cuando vienen nuevos de fábrica), pero ni así.
De hecho sospecho que me han puesto un plumín de Parker 45, porque tiene la forma más triangular de esta pluma y no la típica de las 51.