En mi caso, tardo en terminar de despertarme. No me gusta manejar herramientas afiladas en ese estado de semiletargo. Siendo de los que llevan tiempo afeitandose antes de ir a la cama, veo alguna pega.
La principal es que si no has apurado y la barba te crece rápido, en 8 horas, vuelves a tener esa sombra en la cara. Apurar ese extra puede llevar a irritaciones. En cambio, por la mañana, con un pase a favor y otro un poco cruzado, tienes para estar presentable todo el día.
La piel de la cara está más castigada del día y aunque igual cuesta de creer, la polución se nota. En una ocasión me afeité a la vuelta de una visita a un lugar donde se usaba y almacenaban barnices y fue un afeitado incómodo y lleno de picores. Recién levantado, la pies está menos estresada y tolera mejor algunos errores.
Es un dilema elegir el momento.
Salu2.
Indesio.