Blind82 escribióSé que los más tradicionales me van a brear pero dentro de mi ignorancia en el mundo del café, que es mucha, reconozco que me es difícil dar con cafés tan conseguidos como los de Nespresso obviando sitios especializados. He probado alguna variedad de café colombiano de cierta calidad y de tueste natural y poco más, pero todavía estoy por ver como conseguir espressos de esa calidad con esa rapidez y limpieza de otra forma que no sea mediante cafeteras de capsulas.
Al final no sabría decir si sale tan caro como parece. Porque una buena cafetera de espresso + molinillo de muelas + cafes al gusto seguramente salgan por bastante dinero y por a penas 80⬠hoy por hoy te haces con una Nespresso.
Si para tomarme un café de calidad me tengo que ir a "vete tú a saber donde" a por café en verde para luego tostarlo en casa, calcular lo que tengo que echar para una taza, molerlo, y hacerlo en la pedazo de máquina que ocupa un buen trozo de espacio en la cocina, que luego tengo que limpiar y demás... Pues casi que preferiría usar la cafetera italiana de toda la vida o en casos de querer algo mejor conseguido, una Nespresso.
Personalmente creo que las cápsulas de Nespresso son mejores que de lo que mucho purista del café quisiera que fueran. Ahora bien. Tienen una serie de limitaciones que las hacen para unos usos más específicos que las cafeteras espresso de la vieja escuela. Para tomar un café corto, solo o como mucho cortado, están bien. Como quieras desayunarte tu tazón de café con leche, donde mojas la magdalena déjalo. Un bizcocho de soletilla se quedará con sed y tu con la taza vacía. Lo que lleva al segundo gran problema; el precio de la cápsula. Por los 5 gr de cada cápsula, pagas unos 35 cents de euro. Eso son unos 70â¬/Kg. en nºs gruesos. Eso es prácticamente el precio del 3er café más caro y selecto, el Hawai Kona. Sigue por debajo del precio del Blue Mountain o el Kopi, pero sigue siendo muy caro.
Si me voy de fin de semana y puedo cargar, me llevo mi Nespresso. Es límpia, nada aparatosa y permite hacer cafés descafeinados, cafeinados y con aromas, por los que la sobremesa es la correcta. Para todos los gustos. En la oficina te permite tomar un café en lugar del agua negra laxante que sale de la máquina de monedas.
Lo de tostar, moler y demás es como el afeitado tradicional. Coges la multihojas con la espuma de bote y en 3 minutos te afeitas, sin llenar el baño de jabones, brochas, scuttles... Cada uno decide donde emplear su tiempo y recursos. Yo disfruto del afeitado y del café, además de otras muchas cosas que podría hacer de un modo más moderno y eficiente. Por cierto. Hay cafeteras que muelen al momento la cantidad de café en grano y te preparan el café de manera muy limpia. Las llaman superautomáticas y mis sueños torrefactados pasan por la ENA9 de Jura.
Salu2.
Indesio.