Pues yo si no fuera por lo que cuesta, sí que me gusta el barbero.
Sólo me afeitaron una vez: para mi boda.
Pero resultó una experiencia agradable, con la toallita calentita, los mimos en el afeitado, la navaja clásica y el manejo que tenía el hombre de ella.
Y eso que fui al peluquero de siempre y no tenía pinta de ser el más experto en el tema de afeitado, pues tampoco veías a tanta gente afeitándose en su peluquería.
Pero por mucho que fuera más soltura que yo con la navaja tenía el hombre. Yo no me acercaría a mi mismo esa navaja al cuello.
Pero claro no es cuestión de estar en el barbero cada dos días o tres, ni por precio ni por tiempo.
De hecho al peluquero voy lo justo también.
Y cada vez menos ahora que hay que coger sí o sí hora para ir, nunca encuentro momento. Me gustaba más cuando aprovechabas que pasabas por allí o un rato libre y te pasabas a que te cortaran el pelo. Ahora voy lo justo, cuando ya no queda otra.
Para afeitarme pues me conformo con la maquinilla de hoja múltiple y ahora con la clásica que he descubierto que afeita igual de bien cuando menos, no tardas más y me gusta más (y las maquinillas son más baratas, con lo que no te da mucha pena cambiarlas más a menudo las hojas).
Pero tendré que volver al barbero alguna vez a que me den un afeitado profesional.