Perdón por la intromisión.
He ido gastando de forma ocasional un jabón de Aleppo durante los últimos meses. El olor, puedo tolerarlo, pero no puedo ir más allá. Me recuerda a cuando entras en algún taller donde están tratando pieles. Lo de "zorruno" que ha dicho Sir_eider me ha hecho mucha gracia y creo que está en la línea.
Cuando lo compré lo hice movido por las cualidades terapéuticas que se le atribuyen y no por la de disfrutar con sus efluvios. Es en esa faceta donde sí parece ganar sus adeptos puesto que funciona bastante bien como seborregulador y puede ir bien para temas de caspa, eccemas y brotes de psoriasis, es decir, para pieles con algún desequilibrio.
Sin embargo, no hay que olvidar que los jabones tradicionales, y éste es el más antiguo, son bastante agresivos con la piel debido a su pH, aspecto que corrigen los jabones de baño con componentes específicos para el cuidado de la piel como las mantecas de cacao o karité, aceites de argán y otros que no están presentes en la milenaria fórmula del Aleppo.
Sobre la percepción del olor de cada uno, nada que decir, pero creo que por abrumadora mayoría este jabón le va a ganar la partida a otros que, además de cuidar la piel, ponen el foco en ofrecer unas fragancias, a veces exquisitas. Y lo hacen muy bien.