Entra un cliente nuevo en la barbería.
- Quiero que me corte el pelo antes de la batalla.
El barbero comienza su trabajo. Cuando lo termina el cliente le dice:
- Muy bien. Ahora quiero que me afeite antes de la batalla.
Intrigado pero sin atreverse a preguntar, el barbero afeita al cliente. Cuando termina no puede resistir su curiosidad y pregunta:
Perdone la pregunta, pero, ¿de qué batalla habla?
Nada que perdonar. La batalla es la que vamos a tener usted y yo ahora cuando le diga que no tengo dinero para pagarle.