Ayer quede con el vecino y amigo Her Edward, nuestras respectivas señoras y mis dos hijas, tras dos horas y pico de conversación, bueno de monólogo puesto que yo era casi el centro de atención, algo que me da verguenza decir.
¡Qué si navajas!, ¡qué si maquinillas!, ¡qué si brochas!, ¡qué si un montadito!, ¡qué si un jarrote de cerveza!!!.
Las pobres sufridoras a nuestro alrededor denostando un tremendo cariño y paciencia escuchaban nuestras palabras y hasta las camareras de los 100 montaditos pasaban cerca nuestra para ver el despliegue de objetos de afeitado y eso que hubo pocos para lo que en un futuro se prevee....Mis hijas perfectas, nada que un bolígrafo unos papeles y unas patatas fritas no pueda aplacar durante un rato.
Fue un rato perfecto, si no fuera por la imperiosa necesidad de irnos a comer, la velada se hubiera alargado mucho más....El caso es que hubo intercambio de detalles que aunque no son compras si no lo posteo reviento puesto que el amigo edward, tuvo a bien de obsequiarme con algo de inconmesurable valor, no tiene nada que ver con el afeitado pero si con algo que yo aprecio mucho. La lectura y la música, a pesar de que en los últimos años soy un pobre lector y en cuanto a la música siempre me ha apasionado, pero me considero como el burro que tocó la flauta por casualidad.
El caso es que recibí esta joya...

Y hasta dedicado....

Gracias por vuestra paciencia y muchas gracias amigo por tan magnífico regalo...