Actualmente el Oro ya casi no se usa en implantología dental salvo capricho del paciente o rarísimos casos de alergias a los materiales modernos, usados precisamente por su escasa o casi nula capacidad alergénica, como el Titanio o el acero inoxidable quirúrgico (el más usado es una variante del 316L con una altísima capacidad de resistencia a la corrosión orgánica), eso para implantes que van fijados a los maxilares mediante pernos, para prótesis removibles se usa cerámica, Zirconio o resinas.
Para prótesis articulares nunca se ha usado el Oro, se emplean materiales como el Titanio, el acero quirúrgico y compuestos plásticos.
Es cierto que se están usando hoy en día compuestos de Oro en farmacología, se usan generalmente como antiinflamatorios, pero en casos extremos en los que otros fármacos no consiguen los resultados deseados o el paciente presenta reacciones alérgicas a los fármacos comunes, y siempre con extremas precauciones en la dosis recetada.
También se usa en ciertas operaciones de cirugía plástica, pero son pocos los procesos que lo incluyen y siempre son operaciones "a capricho" (algunos tipos de lifting e implantología) quirúrgicamente se sigue confiando más en los metales antes mencionados (Titanio y acero inoxidable quirúrgico) que en el Oro.
Es cierto que el Oro presenta una resistencia a la corrosión muy alta debido a su casi nula capacidad de combinarse con otros elementos, pero el cuerpo humano puede llegar a sorprendernos, es como la gota de agua que cae sobre una piedra, una gota no hace nada, mil gotas no hacen nada, un millón de gotas no hacen nada, pero diez mil millones de gotas empiezan a desgastar la piedra, puedes ponerle un implante de un metal prácticamente invulnerable a la corrosión a un cuerpo, extraerlo a los quince años y el implante seguirá prácticamente igual que cuando se introdujo en el cuerpo, pero a lo mejor a los 40 años, el implante tendrá ligeros síntomas de corrosión, a los 70 años la corrosión será más visible.
También es cierto que la cantidad de Oro que se ingiere en un plato adornado con láminas de pan de Oro es ridículamente minúscula, pero como dije en una de mis anteriores intervenciones, los metales pesados tienen una mala costumbre, su presencia en el cuerpo es acumulativa, lo que absorbe el cuerpo, se queda en el cuerpo y no se elimina salvo quelación, es posible que una porción de tarta adornada con Oro aporte unos pocos picogramos al organismo, pero esos picogramos se van a sumar a otros picogramos que ingiramos en el futuro, y esos a otros y a otros... un envenenamiento por metales pesados sólo necesita de unos pocos miligramos de metal presentes en el cuerpo para levantar las manos, agitarlas y gritar a pleno pulmón "¡EH! ¡AQUí ESTOY!"
¿Le pegarías un lametón a una plancha de Oro? ¿Y a una de Plomo? pues son dos metales de números atómicos (82 el Plomo y 79 el Oro) parecidos y alta densidad (11340gr/cm3 el Plomo y 19300gr/cm3 el Oro)