du212 y Luís:
Ya sabeís que a mí me gusta llevar la contraria...
Mi razonamiento es el siguiente:
Después del afeitado, con sus correspondientes pasadas, la piel ha sufrido una cierta agresión, y la función del alumbre es por un lado hemostática y por otro emoliente.
Dicho de otra forma, el alumbre contribuye a contraer la piel y a cicatrizar o reparar cualquier pequeña agresión. Por tanto entiendo que justo después del afeitado es cuando hay que aplicarlo.
Lo dejo actuar un buen rato, y luego lo retiro ya que según que AS usemos, va a mezclarse con él, creando una sensación extraña en la cara.
Sí ha hay algo de irritación, el alumbre contribuye a calmarla, pero eso sí nos va a producir la típica sensación de escozor en la zona, igual que cuando nos hacemos una herida y procedemos a desinfectarla.
La espuma sobrante, va a contribuir a calmar la piel, suavizándola y dejándola lista para la aplicación del AS.
De alguna forma, estamos dejando la piel tal y como se supone que estaria despues de afeitarnos si no hubiésemos utilizado el alumbre, que es lo que se supone que espera "encontrar" el AS, para desarrollar su acción.