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<<..Todo corre hacia ahora. Llega Septiembre y uno cierra las ventanas que ha dejado abiertas todo el verano, se quita el calzado ligero que se puso hace un rato y se pone los zapatos que se había quitado en junio.
Un minuto antes, la gente llena las terrazas, charlando sin descanso. Un minuto después, se golpean las puertas, se acaba la conversación y las hojas caen a cientos. Desde la alta ventana se podían ver las tierras donde los grillos yacían como higos secos en el lecho de los arroyos, el cielo donde los pájaros giraban hacia el sur al oír la llamada del otoño y donde los árboles subían en una gran hoguera de color hacia las nubes aceradas. De más allá, del campo, venía el olor de las calabazas que maduraban. Aquí, en el pueblo, aparecían las primeras bufandas del humo en las chimeneas...
...Era tarde y estaba haciéndose más tarde...>>
(Ray Bradbury: El Vino Del Estío)
Entramos en las postrimerías del verano. Que disfruten de ellas.
A su servicio, damas y caballeros.